Material y método
Material y método
El apartado
de Material
y métodos de un artículo original tiene por finalidad
describir el diseño de la investigación y cómo se ha llevado a cabo. Es el apartado
evaluado con mayor detalle en el proceso de revisión por los asesores de la
revista y el más vulnerable para el rechazo de un manuscrito.
Aunque
habitualmente se denomina Material y métodos,
algunos autores consideran que no es un término adecuado cuando la
investigación se ha llevado a cabo en seres humanos y sugieren
denominarlo Pacientes
y métodos, o bien Población y métodos, si
se han estudiado sujetos presuntamente sanos.
Probablemente,
el principal problema que se plantean los autores al redactar este apartado es
decidir cuánta información debe incluirse y con qué detalle debe presentarse.
La respuesta obvia es que debe incluirse la información suficiente para que un
lector pueda comprender adecuadamente todo el proceso de la investigación, y con
el detalle suficiente para que otros investigadores puedan replicar el estudio.
Por lo tanto, el texto de este apartado debe incluir los párrafos
correspondientes al diseño, los sujetos, las fuentes de información, las
intervenciones, los instrumentos, las variables de respuesta, los
procedimientos y la estrategia de análisis estadístico. Para facilitar la
lectura, especialmente si es extenso, pueden utilizarse sus epígrafes para cada
uno de los bloques de información citados.
El primer
párrafo se reserva a la descripción, en una o dos frases, del tipo de estudio
realizado. Ejemplo: Se
ha llevado a cabo un ensayo clínico cruzado a doble ciego controlado con
placebo. El diseño del estudio debe ser adecuado a las preguntas de
investigación u objetivos formulados en la Introducción.
A continuación,
se especifican y describen los criterios seguidos para seleccionar a la
población de estudio. Deben especificarse con claridad los criterios de
inclusión que definen a la población de estudio, así como los de exclusión, que
contemplan aquellas situaciones o características que impiden que un sujeto
candidato sea incluido definitivamente en el estudio. La definición de la
enfermedad o exposición que se estudia es el criterio que debe definirse con
mayor precisión. Las finalidades de esta descripción son evaluar la adecuación
de la población, conocer en qué tipo de individuos se ha observado la presencia
o ausencia del efecto o asociación estudiada, evaluar la posibilidad de
extrapolar los resultados a otras poblaciones y permitir la replicabilidad del
estudio.
También debe
describirse la procedencia de los sujetos, ya que para la interpretación de
resultados y su extrapolación no es lo mismo que procedan de un centro de
atención primaria o de un hospital, por ejemplo, así como la técnica utilizada
para la captación de sujetos, indicando aquellos detalles que permitan conocer
las características de la muestra de sujetos incluida (si son pacientes
derivados, si se captan directamente de la consulta o a partir de algún sistema
de registro, si existen filtros previos a su inclusión...). En caso de haberse
utilizado alguna técnica de muestreo, debe describirse adecuadamente. Es
conveniente especificar el tiempo empleado en reunir a todos los participantes.
Un aspecto
importante del diseño de un estudio es el cálculo del número de sujetos
necesarios para su realización, que permitirá conocer qué magnitud del efecto o
asociación busca el estudio y qué capacidad tendrá de detectarla si existe. Por
ello, se insiste en que se indique cómo se ha realizado dicho cálculo,
indicando las asunciones utilizadas en el mismo. Si se trata de un estudio de
estimación de parámetros (por ejemplo, estimar la prevalencia de un problema de
salud en una población), debe especificarse la prevalencia esperada, la
precisión con la que se desea estimar el resultado y la confianza con que se
realizará la estimación (habitualmente del 95%). En caso de que se trate de un
estudio de contraste de hipótesis (por ejemplo, en que se compare la eficacia
de 2 tratamientos), debe hacerse constar el efecto esperado en el grupo de
referencia, la magnitud mínima de la diferencia de eficacia entre ambos
tratamientos que se considera de relevancia clínica, la probabilidad de cometer
un error estadístico tipo I que se acepta (nivel de significación,
habitualmente del 5%, definiendo si se trabaja con una hipótesis o
bidireccional) y la potencia estadística del estudio, es decir, la capacidad
que tiene el estudio para detectar como estadísticamente significativa una
diferencia de la magnitud considerada relevante si existe en la realidad.
https://elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-articulo-original-ii-material-metodos-14924#:~:text=El%20apartado%20de%20Material%20y,el%20rechazo%20de%20un%20manuscrito.
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